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We Simply Forgot.

  • Dec 13, 2022
  • 5 min read

Updated: May 4, 2023

🇬🇧 🇪🇸 Where did we take the wrong turn?


We simply forgot who we are. We forgot how to play, how to imagine, to express our ideas and feelings. We forgot to be patient in our processes to build, transform and create! We were busy learning so many things from the outside that we forgot what we already knew within, and then started to search for those answers all over again. We forgot to observe our surroundings, to be and observe ourselves, to invent, to wonder. We forgot that our instinct and imagination are also unlimited sources of knowledge.


We got so distracted by being noticed, on winning a prize, on being the best, but the best of what?! Math, science, sports, employee, company, daughter/son, partner, parent, followers, likes, subscribers, money in a bank account, Forbes? Really?? And all because of a competition just to show people what exactly? In the end, if we are one, what’s the sense of such competition?


We forgot that we are builders, builders of dreams, of homes not houses, of communities, not cities, of bridges not armies, of networks, not countries.


We forgot to feel, we were just trained to think and do. Our pride comes from beating others in whatever subject or task, being the best instead of working together for the sake of all of us. We forgot to be present, to engage and be passionate like when we played games, we laughed so much, and enjoyed the most simple things. We forgot how to draw, how to play our favorite instrument, to write letters or stories, to paint, to sing, to dance as freely as we could. We really didn’t need that much to be happy, so why would we need it now?


We simply forgot what it meant to be a kid and see the world with a simpler and clearer perspective; we were so eager to grow up... It’s like we got lost in translation of what our world should be vs. what it really is. But what if we start to remember? What if we start reconnecting with that powerful wisdom we once had? What if we start to walk our lives in a lighter way just like when we were kids? What if we take more decisions under the “I want” instead of the “I should”?


Lately, I’ve been reading so many posts regarding people complaining a lot about the high management’s performance. I wonder if the reason why it’s falling apart could be because we never received training on how to deal with our emotions. We just learned how to think, solve problems, how to grow our wealth and manage our resources. But how do we deal with personal loss, illnesses and death, with failure, frustration, disappointment, fear, with disrespect, rejection, mistakes (ours and other people's) and so on?


So many things to deal with! With no training at all… Where are those training skills to drive our society into a better future? Where did we take that wrong turn?


Maybe by reconnecting with our inner childs we are capable of getting ourselves back on track, as a society, working together. How can we evolve in a sustainable way if our society is not mentally and emotionally healthy? What changes in our learning/training programs at home, at school and at our workspaces do we need to do to correct our direction in order to make this better for the next generations to come? Do you think it's doable? Do I?


Me reconnecting with me through clay. Same person, different moments. Curiosity is my thing ;)


Simplemente se nos olvidó.

¿En dónde dimos la vuelta equivocada?


Simplemente se nos olvidó quiénes somos. Se nos olvidó cómo jugar, cómo imaginar, cómo expresar nuestras ideas y pensamientos. Olvidamos a ser pacientes con nuestro proceso de construir, de transformar y de crear. Estamos tan ocupados aprendiendo cosas del exterior que se nos olvidó todo lo que ya sabíamos en nuestro interior y comenzamos a buscar de nuevo todas las respuestas. Se nos olvidó observar a nuestro alrededor, a ser nosotros mismos y a auto-observarnos, a inventar, a contemplar. Hemos olvidado que tanto nuestro instinto como nuestra imaginación también son fuentes ilimitadas de conocimiento.


Estamos tan distraídos por hacernos notar por los demás ganando premios, siendo los mejores, pero ¿los mejores en qué? Matemáticas, Ciencias, los mejores empleados, empresarios, hijos, parejas, padres; contar con el mayor número de followers, likes, suscriptores, la mayor cantidad de dinero en el banco, los primeros lugares en la revista Forbes. ¿¿Es en serio?? ¡Y todo para ganar! Para mostrar a los demás, ¿exactamente qué? Al final, si todos somos uno, entonces ¿cuál es el sentido de toda esta competencia?


Hemos olvidado que somos constructores, constructores de sueños, de hogares no de casas, de comunidades no de ciudades, de puentes no de ejércitos, de redes de colaboración, no de países.


Se nos olvidó cómo sentir, solo hemos sido entrenados para pensar y accionar. Nos sentimos orgullosos cuando vencemos a otros en cualquier materia o actividad, a ser los mejores en vez de colaborar por el bien de todos. Olvidamos estar presentes, a comprometernos y ser apasionados, como de hecho jugábamos cuando éramos niños, nos reíamos tanto y gozábamos de las cosas simples. Se nos olvidó como dibujar, cómo tocar nuestros instrumentos favoritos, cómo escribir cartas o historias, cómo pintar, cantar, bailar tan libres como podíamos. Realmente no necesitábamos mucho para ser felices, ¿por qué lo habríamos de necesitar ahora?

Simplemente olvidamos lo que significaba ser niños y ver el mundo con una perspectiva más simple y clara; nos urgía crecer para convertirnos en adultos…. Es como si nos hubiéramos confundido en el camino en cuanto a lo que el mundo debería de ser y lo que realmente es. Pero ¿qué pasaría si comenzamos a recordar? ¿Qué tal si empezamos a reconectarnos con esa sabiduría tan poderosa que alguna vez tuvimos? ¿Qué tal si regresamos a conducir nuestras vidas de una manera más ligera? Tal y como cuando éramos niños. ¿Y si empezáramos a tomar nuestras decisiones desde el “yo quiero” en vez del “yo debo”?


Me asombra la cantidad de posts que he leído últimamente acerca de personas quejándose del desempeño de los niveles directivos de las empresas. Me pregunto si la razón por la que se están tambaleando pudiera ser porque nunca recibimos entrenamiento de cómo manejar nuestras emociones. Solamente aprendimos a pensar, a resolver problemas, a acrecentar nuestra riqueza y administrar nuestros recursos. Pero ¿cómo enfrentar nuestras pérdidas personales como las enfermedades, muertes, nuestros fracasos, frustraciones, decepciones, el miedo, la falta de respeto, el rechazo, los errores (nuestros y de otras personas) etc?


¡Tenemos que tratar con tantas cosas! Y sin ningún entrenamiento… ¿Dónde están esas capacitaciones en habilidades para llevar a nuestra sociedad a un mejor futuro? ¿En dónde dimos la vuelta equivocada?


Quizás si reconectamos con nuestros niños interiores de alguna manera podremos regresar a nuestro camino y ponernos al corriente trabajando juntos. ¿Cómo podemos evolucionar en una manera sostenible si nuestra sociedad no está saludable mental ni emocionalmente? ¿Cuáles cambios tenemos que hacer en nuestros programas de enseñanza-aprendizaje en casa, en las escuelas y en los trabajos para corregir el rumbo de tal suerte que podamos mejorar esta situación para las generaciones que vienen detrás de nosotros? ¿Crees que esto es accionable? ¿Lo creo yo?

 
 
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